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Salvemos a nuestros Amigos |
Como educador canino, la verdad es que me siento un poco estafado o por lo menos dolido. Un canal de televisión nacional, ha traído a nuestro país el peor programa que se podía emitir sobre Educación Canina (si se puede llamar así, lo que hace el encantador de perros) promocionando y divulgando el “Adiestramiento de perros” como nunca he visto en los 13 años que llevo de profesión. Es lógico que los espectadores estén confundidos al respecto… ¿Cómo puede un canal de televisión promocionar una competición canina tan estimulante como el Agility, o programas sobre educación de adolescentes, niños, alimentación… y a la vez difundir un método de educación canina tan obsoleto, que roza y a veces rebasa, la línea del maltrato animal?
Desde que se emitió el primer programa, los educadores caninos que creemos en la Educación en Positivo, no dejamos de recibir comentarios de dueños de perros que aplicando las técnicas de Millán, han visto cómo aumentaban los problemas de sus perros hasta límites insospechados, que en los casos más graves de agresividad, han acabado con el sacrificio del animal.
Y yo me pregunto ¿hasta dónde merece la pena aumentar la audiencia?
El señor Millán, siempre tiene el mismo diagnóstico para todos los perros y nunca descarta problemas veterinarios que pueden ser una de las causas del problema del perro. Fundamenta todo su trabajo en la teoría clásica de la jerarquía, bastante obsoleta, por estar basada en estudios de manadas de lobos en cautividad, que difieren mucho de las manadas en libertad y por supuesto de los grupos familiares en los que se integra el perro doméstico actual. Todos los conceptos que utiliza como “el líder” de la manada, “el alfa”, “el más dominante”, provocan un foco más de conflictos y discusiones en las familias. Las personas que ven el programa suelen comentarnos que, cuando el perro no obedece a un miembro de la familia, es porque no le grita lo suficiente, por que no se impone, porque no tiene dotes de mando… con lo cual cada vez gritan y gritan más y claro, nunca es suficiente por lo que hay que utilizar otras fórmulas más “ofensivas”.
Además del ejercicio físico el perro necesita ejercitar su mente, en este punto estamos todos de acuerdo. Desde mi punto de vista, podemos utilizar juegos educativos, practicar habilidades caninas basándonos en el refuerzo positivo, dar paseos agradables para el perro en los que pueda olfatear, estar con otros perros… Desde el punto de vista del encantador, la actividad mental también esta en los paseos, pero de distinta forma: el perro no puede olfatear el suelo, no puede saludar a otro perro. El collar debe situarse en la parte alta del cuello (si es con un collar de estrangulamiento o de púas, mejor), el encantador explica que así se le controla mejor, estoy totalmente de acuerdo, es la parte del cuello más sensible y lógicamente, donde le hacemos más daño.
Esta es mi Perrita y asi como es la quiero <3>
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